Todo parecía ser que éramos una familia feliz, típica, de clase media porteña de principios de siglo XX, teníamos una vida acomodada para la época, hasta que, trágicamente, pierde la vida mi padre en un incendio de la fábrica textil donde él trabajaba. En esos momentos, yo Juanita, como me decían, con solo nueve años de edad, no imaginaba cuánto esto repercutiría en cada uno de los integrantes de nuestra familia y ya nada volvería a ser como antes. A todo esto, se le sumaba la crisis económica de los años treinta, conocida como la "Gran Depresión" y la llamada "época infame" de nuestro país. A partir de entonces, mi madre debería tomar decisiones drásticas para no caer en la gran temida pobreza. En mi juventud me enfrentaría a un gran desafío de la época, ser una mujer independiente, rompiendo los estereotipos impuestos e ir al reencuentro de un gran amor. Casi cincuenta años más tarde, en plena dictadura militar en Argentina, mi nieta Francesca, tendría que exiliarse a España y se reencontraría con parte de la familia en busca de libertad y protección para su vida y del amor. Se trata de mujeres independientes, con sueños y con historias apasionantes.