- See all products
- 
            
                Pasión Literaria (Ficción)
                
- 
            
                Realidades queridas (No Ficción)
                
- 
            
                Corazones Jóvenes (Infantiles y Juveniles)
                
- 
            
                Saber apasionado (Académicos y Textos Escolares)
                
- 
            
                Arte con Amor (Arte y Recreación)
                
- 
            
                Nido Familiar (Hogar y Familia)
                
- 
            
                Amor al Éxito
                
- 
            
                Crecimiento Personal (Autoayuda y Desarrollo Personal)
                
- 
            
                Justicia y Derecho (Derecho Jurídico)
                
Evangelii Gaudium N° 5
El Evangelio, donde deslumbra gloriosa la Cruz de Cristo, invita insistentemente a la alegría. Bastan algunos ejemplos: «Alégrate» es el saludo del ángel a María (Lc 1,28). La visita de María a Isabel hace que Juan salte de alegría en el seno de su madre (cf. Lc 1,41). En su canto María proclama: «Mi espíritu se estremece de alegría en Dios, mi salvador» (Lc 1,47). Cuando Jesús comienza su ministerio, Juan exclama: «Ésta es mi alegría, que ha llegado a su plenitud» (Jn 3,29). Jesús mismo «se llenó de alegría en el Espíritu Santo» (Lc 10,21). Su mensaje es fuente de gozo: «Os he dicho estas cosas para que mi alegría esté en vosotros, y vuestra alegría sea plena» (Jn 15,11). Nuestra alegría cristiana bebe de la fuente de su corazón rebosante.
Francisco
Autor:
Pbro. José María Nieto
Alégrate María
Evangelii Gaudium N° 5
El Evangelio, donde deslumbra gloriosa la Cruz de Cristo, invita insistentemente a la alegría. Bastan algunos ejemplos: «Alégrate» es el saludo del ángel a María (Lc 1,28). La visita de María a Isabel hace que Juan salte de alegría en el seno de su madre (cf. Lc 1,41). En su canto María proclama: «Mi espíritu se estremece de alegría en Dios, mi salvador» (Lc 1,47). Cuando Jesús comienza su ministerio, Juan exclama: «Ésta es mi alegría, que ha llegado a su plenitud» (Jn 3,29). Jesús mismo «se llenó de alegría en el Espíritu Santo» (Lc 10,21). Su mensaje es fuente de gozo: «Os he dicho estas cosas para que mi alegría esté en vosotros, y vuestra alegría sea plena» (Jn 15,11). Nuestra alegría cristiana bebe de la fuente de su corazón rebosante.
Francisco
Autor:
Pbro. José María Nieto
Similar products
 
                             
                             
                     
         
         
         
        
 
                                                                                                                    
                                                                                                                                                                    
 
                
                
                
                                     
                
                
                
                                     
                
                
                
                                     
                
                
                
                                     
                
                
                
                                     
                
                
                
                                     
                
                
                
                                    